lunes, 13 de febrero de 2012

Continuamos con la Fitzroyalty

Pasillo entrada a la Warehouse
La Warehouse, nuestro hogar, es un almacén habilitado como estudio para que entrenen los acróbatas de circo,y como casa la parte de atrás. Mejor casa imposible, en Fitzroy el barrio "bohemio". En la Warehaouse vivimos con 3 miembros del circus Oz, y otra pareja de performers de circo, eramos 9 en total pero nos adaptamos de lujo, 1 solo baño, nada de normas pre-establecidas, sino mucho respeto y libertad, aunque la verdad es que un poco (bastante!!!) les dimos la murga con nuestra ajetreada vida social, que nos tenía busy busy, todo el rato cenitas y vinos en el back yard (bueno back parking)
la sobremesa en el back-parking de la casa

el gimnasio de la warehouse









Cocinando arepitas con Eyal en el ACMI
Nada más llegar paseando por Fitzroy conocimos a Eyal, dueño del Cruzao Arepa Bar , un restaurante venezolano, quien nos abrió las puertas para todo, representar la obra allí, tomarnos un papelón con limón, una cervecita, bailotear, bueno bueno nos instalamos en el Cruzao en varias ocasiones.



Prontito nos hicimos con el barrio, de la casa al Bebidas un bar "español" donde usábamos internet mientras tomábamos un vino en la happy hour, del Bebidasal mercado, del mercado a los Carlton Gardens a correr, de los gardens a cualquier cafelito a echarnos un latte, porque el café aquí en Australia esta BIENÍSIMO, y de vuelta  a la casa a preparar el atrezzo con papel maché, para poder salir de conciertos en la noche.

Preparando escenografía
En el Bebidas conocimos a Dominique, otro inseparable, oriundo de Tathra (un pueblo de la costa de New South Wales) que resultó ser vecino, y también se había habilitado una warehouse como viviendo con unos amigos, lo que nos vino de perlas porque usamos una parte de su casa para construir la escenografía y ensayar todos los días, ay!, las tardes de warehouse y su sus fiestas de disfraces multitudinarias...












Dom nos llevó a surfear por 1ra vez, fuimos a Turquey, lo acompañamos a Bells beach, y luego en otra playa atrapamos 3 olas, bonito aunque me di un viaje en la cabeza que pa' qué...

Nos bebimos los días (y el vino) como el agua, Laura fue al cole 3 semanas para aprender inglés, con su pandi de asiáticos, la griega, el suizo, y el amigo Ives, poco se aprendía la verdad, pero a caballo regalado no le mires el diente, mientras, Leti y yo buscábamos material para la escenografía, y entre las 3 buscábamos trabajo, primero empezaron las niñas en el Night Market sirviendo paellas y haciéndose con un combito bien gracioso, luego Laura y yo fingimos con ropa prestada y nuestro saber estar que eramos relaciones públicas en una fiesta horrorosa, y finalmente terminamos las 3 en un catering inmenso con el Silver Circus, fingiendo nuevamente nuestras dotes de camareras, rodeadas de brasileros.
de camino al trabajo de relaciones públicas



Baile en el hispanic festival
El tiempo cambiaba mucho en Melbourne, frío, calor, lluvia, sopor, pero la gente nos cautivó, mi reencuentro con amigos de Venezuela y a través de ellos con otros paisanos muy lindos, los amigos colombianos que nos metieron en todos los saraos, a bailar en el Hispanic Festival, a representar en el ACMI y por la Federation Square, y a disfrutar en sus conciertos y con su compañía, y finalmente la tropa española con las risas durante las horas de trabajo...

performance en el ACMI





Melbourne nos dio para todo, para romantiquear, bailar, grabar hasta un vedioclip... y como no para montar la obra, primero en un sitio en Richmond, y luego en el Cruzao apoyadas por El Tarro un colectivo artístico que fomenta Claudia, una de las queridas colombianas, sitios chicos pero llenamos con cariño y buena acogida.

Hay mucho que contar, muchos recuerdos que dan para una novela, quizás un día nos animamos y empezamos una...

Otoño
Ya era hora de salir de allí y disfrutar un poquito el entorno natural, así que después de 1 mes y medio nos pusimos muy serias con la búsqueda de la van y terminamos dando con Otoño, una Nisssan poptop del 88 que nos costó un ojo de la cara y parte del otro, y a la que le hemos ido cogiendo cariño a pesar de que cada día se jode algo de ella, pero que le vamos a hacer, son los achaques de la edad...

Así arrancamos el 23 de diciembre por la costa este vía Tathra, para pasar la navidad con la familia de Dom.

En el viaje a Adelaide
Great ocean road
Otros tips de Mel... y esa época
Safety beach
Safety beach
Laura se fue a Adelaide con Paul a visitar a la abuela que estaba malita, yo me fui un día con el Uru, un niño muy lindo que nos hacía panes a Safety beach, y Leti, bueno Leti se fue al cine a ver una pelí francesa malísima con Carmen Maura, pero ya a ella le tocaría luego el tour con su familia por las Crismas'

Aussi Aussi, 1er stop Melbourne

Llegamos a Australia!!!!!!! Ya hace un tiempito pero las experiencias nos han impedido llevar esto al día así que vamos a intentar reproducir de la manera más fidedigna posible nuestras sensaciones y experiencias.
Los sueños en el avión revolucionaban nuestra adrenalina, sentíamos la cercanía. Las casi diez horas de vuelo desde Kuala Lumpur se vivieron con ilusión, ya casi estábamos en el tan esperado destino; Melbourne la ciudad artística australiana por excelencia.

Llegamos cansadas pero ansiosas por percibir las primeras sensaciones del país. En el aeropuerto estaba esperándonos el que ahora es nuestro gran amigo Evan. Al ser el novio de una amiga de Leti no sabíamos muy bien con quien nos íbamos a encontrar y no podía ser mejor de lo que fue.

Llegamos a su casa después de pasar por un restaurante a comprar unas pizzas y unos vinitos de bienvenida. Su casa está en el barrio de San Kilda al lado de la playa de Melbourne que no pasará a la historia por ser la playa más bonita…


Empezamos a conocernos, nos ofreció su cama y durmió en el suelo de su casa. Un lindo apartamento de moqueta lleno de instrumentos de música, lo que luego se convertiría en nuestra segunda residencia.


Cuando nos levantamos fuimos al laundry a lavar toda una maleta de ropa que traíamos desde Tailandia sucita, sucita, sucita… El dueño de la lavandería era todo un personaje indescriptible. Después de este trámite dimos una vuelta en búsqueda de una persona muy especial para Bea, Valentina, prima de Cynthia y parte importante de los recuerdos de infancia en Venezuela.


Sabíamos a través de René (otro gran amigo venezolano afincado con chaquetita en Melbourne) que Valentina trabajaba por una calle agetreada de San Kilda pero lo que nunca imaginamos es que después de comprar una tarjeta para nuestro nuevo teléfono australiano en Vodafone saldríamos a encontrarnos de frente con Valentina, trabajando en un puesto de zumos y muffins.

Este momento requiere unas líneas de atención. Valentina estaba en sus últimos días de trabajo con una jefa insoportable de esas que no te dejan vivir tranquila por lo que tenía que contenerse. Nosotras le pedimos unos zumos y los iba haciendo conteniendo sus lágrimas y con gesto de sorpresa sin poder salir a abrazar a su amiga. Las dos estaban iluminadas con una sonrisa en sus caras reflejando todo las imágenes de sus recuerdos.
Leticia y yo no pudimos evitar estar en ese momento como espectadoras de un momento especialmente mágico y nos emocionamos como dos tontas viendo una película. Finalmente acabó en unos minutos su jornada de trabajo y entre risas y abrazos volvieron a encontrarse Valentina y Bea.
Valentina continuó caminando con nosotras y luego llegó Paul. Yo estaba nerviosa, tenía muchas ganas de ver a nuestro gran amigo en otro escenario distinto, esta vez el suyo. Apareció caminando por San Kilda en nuestra búsqueda y también intervino la ilusión de volver a ver a alguien importante después del paso del tiempo.


Ya estábamos todos juntos así que nos fuimos a hacer lo que mejor se nos da, preparar cenitas improvisadas con los pocos ingredientes que tenía nuestro amigo rockstar en la nevera y tomar vinos hasta embolingarnos y que el inglés fluyera sin problemas…. Noches muy divertidas en casa de Evan, que repetimos en varias ocasiones en nuestro paso por Melbourne.




Al día siguiente llegó el amigo Alex desde Sydney para hacernos una visita de bienvenida. A él lo conocimos en Madrid a través de couch surfing y pasamos grandes momentos en la noche madrileña con él. Paseamos por un parque de San kilda y luego llegó Paul para enseñarnos lo que luego se convertiría en nuestro barrio y zona de acción para todo, Fitzroy.










Las primeras impresiones fueron increíbles y cuando nos llevaron a ver la fábrica en la que luego viviríamos se nos encendieron los ojos como platos, la cosa pintaba muy bien. Tiendas preciosas vintage, segunda mano, librerías, bares, música en directo, gente distinguida caminando por las calles, una explosión de colores. Las tres amigas paseaban por Fitzroy alegres y con el gusanillo que augura que algo muy bueno está por llegar, Alex y Paul por otro lado disfrutaban de ver nuestra alegría.