domingo, 20 de noviembre de 2011


La isla nos trata bien, como suele ocurrirnos en este tipo de paraísos, todo es relax, risas. Ni teléfonos ni ordenadores ni preocupaciones, solo una camisita, unas cholitas, unos ebritos y para la playa.
Nuestro ritmo en Ton Sai se estableció así, los días pasaron entre risas en la playa jugando al fresbee, al futbol,   haciendo escalada y con nuestro siempre compañero el kayac. Las tardes y alguna que otra mañana que se levantaba con mal tiempo nos reuníamos con la tropa en el Sunset para echar una partida de billar, practicar yoga en la puesta de sol y tomarnos unos cubitos de los nuestros. Esto es vivir el momento…


La escalada fue suuuuper rica, el primer día las 3 principiantas partimos con Thèo, nuestro héroe,  a la parte de Ton Sai bajo la solanera, ¡te mueres! Habíamos juergueado bastante la noche anterior, así que a las 8am, después de dormir solo 2 o 3 horas y con una resaca del 15 nos dispusimos a escalar con unos 35ºC mas o menos… mira que casi todos los días nublados y nos toca este para la escalada… buuuf… pero rico rico. En la mañana hicimos 2 vías, la 1ª más complicada al final y ninguna fue capaz de terminarla, la 2ª una pasada, como un túnel de piedra y acabada en una cueva con vistas increíbles. Por la tarde nos encontramos con Gael y Guillermo y fuimos a Railey West para hacer otra vía muy sabrosa, y a la sombrita…



La segunda vez que escalamos fuimos con Anicete y Román, otro par de franceses auténticos hermanos del entorno Ton Siano. Anicete trabaja en el circo y es amante de los deportes de riesgo y su hermano pequeño, Román que trabaja en construcciones colgado en alturas… ¡Que le gusta a la gente una escalada! ¡Un colgarse, un riesgo! Esta vez fuimos a la zona con sombra en Railey West, subimos un pelín de nivel con las vías, haciendo unas 6ª, ricas las primeras, la última me pudo, y Lau que se jodió el dedito justo antes tuvo que parar también, menos mal que Leti dio la talla y terminó todas! Wiuuu máquina!





El pie herido de Laura






Otro día memorable fue “Kayak, Saint Tropez Style” pueden ver el video para reír un poco con la situación, recomiendo verlo antes de seguir leyendo.











vista desde Ton Sai
 Nos fuimos en trikayak a la isla de enfrente que estaba a unos 8km, todo bien, todo tranquilo, cantando vetusta morla, el cielo se nubla, va a llover, llegaremos o no llegaremos a la isla antes de que rompa la tormenta? Mmm no se sabe, sudenly… cha cha cha,  de repente, siguiendo el tino de las cosas que nos suele pasar a estas tres xavalitas, aparece un mega catamarán raudo y veloz a nuestro lado y nos recoge. Lo llevan 2 caballeros de Lille (Fr) Richard Gere y su vecino, empresarios de la industria petrolera que vienen de hacer negocios en Vietnam, pero nada de petardeo, buena gente la verdad, nos ponemos a navegar, pasamos por Chicken island, no sé que island, no sé cuantos… terminamos en una linda pequeñita dándonos un chapuzón y comiendo, luego regresamos a casa y los invitamos a la fiesta de Halloween que se celebra esa noche en el Sunset Los chicos se van a Ao Nang a sacar dinerossss y quedan en regresar más tarde. No tiene nombre la tardecita con politos y gorritas de niñas bien…pero ya se sabe que nosotras llevamos el gitaneo dentro por lo que este tipo de sorpresas hostentosas no nos pierden para nada. Al final del lindísimo paseo ya estábamos deseando volver a nuestra chavolita descalcitas, con dos trapitos y compartiéndolo todo…

Entre Ton Sai y Railey
La fiesta… bueno bueno, con una banda al mejor estilo tai, interpretando todos los éxitos del rock desde los 60, la gente local, los guiris, los que dábamos el cante… no faltaba nadie ni nada, nosotras íbamos “y que” de piratas acabados, o eso decíamos, nuestros amigos iban muy peripuestos también, estilo caníbales-etnicos-totems- no sé que más… jajaja una noche muy graciosa cuando aparecen los amigos saint tropez en aquel acabose de bar, pidiéndonos la llave del barco que habían dejado en nuestro bolso… y nosotras ni idea… La verdad es que se integran bastante bien y la cosa mejora a la hora de irse que desaparece su dingui para llegar al barco porque se la llevó la marea, aunque ellos convencidos de que la habían robado querían llamar a la policía, menos mal que entre los presentes les hicimos entrar en razón y no fue a más el numerito…




Y la última noche, con una fiesta apoteósica en casa, a la que vino tooooodoooo el mundo, nos reímos a más no poder, más aun cuando los amigos saint tropez  aparecieron después de buscarnos por toda la isla durante casi cuatro horas, insistiendo en recuperar la llave del barco… que efectivamente teníamos en la riñonera… jaaaa ¡Ay por dios!… al final su dingui apareció en un pueblo del norte y les pedían un rescate por ella jajajajjajaja!!!!!! No hay nada como no tener ni una chica que te puedan robar, nosotras andamos tranquilas con lo imprescindible encima.

La cuestión es que esta fiesta la propuso Bea con la ilusión de reunir a todos nuestros amigos (y a cualquiera que pasaba por delante de nosotras que también le invitaba) en tres metros cuadrados, al comienzo no vino nadie más que Gael Así que después de arreglar la casita y preparar unas copitas nos apañamos la fiesta solos, sin esperanzas de encontrar a nadie mas.¡Y de repente! Comienza a aparecer  todo cristo…fue la leche, hasta los del barco. No dábamos crédito. Todo el mundo nos decía lo mucho que nos iban a echar de menos a las tres españolitas locas…Una fiesta de lo más pobre y rica.



Railey

Railey West

Railey West

Railey west

Railey west

Railey west

Sunset Railey West

El caminito a casa

Uno de nuestros chiringos mas frecuentados

Ton Sai junto a la pared

La punta de Tonsai bajo la zona de escalada

El arbol del Sunset bar

Mirando a Thèo escalar

Thèo se refresca

Thèo enfrentándose a un 8

El otro lado de Ton Sai

Anicete haciendo funambulismo en Ton Sai

Ton Sai Sunset

Ay ay ay Ton Sai, con su crispy chicken, su Shake Señora, sus monos ladrones, sus cuerpos esculturales, su Tofi (dueño del Sunset) con frases rompedoras como “See you when you see me” o “Thank you very big”, sus mareas cambiantes con la luna, su roca iluminada durante la noche para que los más animados puedan seguir escalando, su atardecer enloquecedor, su todo… lindo lindo, y conmovedor… a ver cuando volvemos porque media alma se nos quedó allí…



3 comentarios:

  1. Gracias a sus aventuras me evado el espacio de 5 minutos, de repente estoy en una playa, asegurando la cuerda de Bea subiendose a la montaña mientras traen refrescos...
    Acabo el articulo, miro a mi alrededor: ordenadores, cielo gris, frío, mi superior...
    Pasarlo genial y cuento con leer más relatos sabrosos de la mano de la española loca de Caracas. Besos y abrazos a todas! Stéphane

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  2. bueno bueno...sueño con vosotras día si día también...os extraño a rabiar, os envidio a rabiar y os deseo más diversión de la que ya habeis tenido, a rabiarrrrr!!!!!!
    que sin vosotras MADRE MIA COMO ESTA LA VIDA, porque TENGO LA CABECITA QUE ME VA A ESTALLAR!!!!
    OS QUIEROOOOOOOO

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  3. Qué maravilla de paisajes y de historia; me retiraba a ese paraíso un tiempo, a olvidarme del mundo... sabroso... Pero vamos, que si pudiese elegir, iba con ustedes, que estas cosas no las conjuramos todos... Un besote muy gordo amores...

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